Esquema 49

ESQUEMA Nº 49

MIEDO

DESCONTROL

El miedo básico del centro emocional sería el miedo al descontrol o sea, a manifestar las emociones sin el proceso social, de cuando y donde y por que me sale de los cojones y nada más,

Cualquier emoción es educada por la cultura de la forma ya dicha, se enseña lo que se debe sentir en cada situación y esto no admite duda ni posibilidad de replica, porque primero y si no lo haces, la tribu te marginará, y después si insistes en esta fechoría, te mandará al psiquiatra o al psicólogo.

Sucede claro, que las cosas no son ajustables a las ceremonias, sino que cada momento es independiente del lugar y de la hora y tiene un contenido emocional que no es direccionable, al reprimirlo vía respuesta social aparece el miedo al descontrol, o sea, a que se manifieste lo reprimido y acabemos de esta manera tan sencilla muertos de risa dando un pesame.

NEUTRO

INDIFERENCIA

La indiferencia es el neutro que la conciencia fábrica entre las manifestaciones de amor y de odio.

La indiferencia es de lo peor entendido socialmente en base a que todo el mundo quiere que tomemos partido, para desde allí manipular la pauta de conducta.

No le dejan a uno ser indiferente y si no muestras signos externos de amor o de odio simplemente nadie acepta los vínculos y los juegos sociales contigo, el estar indiferente es una de las mejores maneras de asegurarte la soledad absoluta en un mundo de apasionados y apasionadas de todo lo que haga falta.

LIMITE-CREENCIA

COMPRENDER

Comprender es caer en cuenta de la realidad de las cosas y tengo que decir que todo salto de comprensión se realiza sobre la estructura formal del lenguaje, sobre lo que son los discursos y sobre la importancia de las palabras en nuestra cultura. Recalcar el más tremendo de los funcionamientos, que sería para mi, el equiparar lo que se piensa vía del lenguaje a lo que se hace, esta creencia insertada por la cristiania es la que permite que cualquier hijo de puta además de serlo, se sienta el mejor de los seres humanos y que esta creencia de que es lo mismo pensar que hacer," porque de las dos maneras se peca" introduce al individuo en una compensación manifiesta de cualquier atrocidad que tenga a bien disponer.

Decir es una forma de hacer y la estructura formal de ambos actos es la misma, no así las consecuencias

Hábil, listo, lúcido se opone a la otra trilogía, torpe, tonto, idiota. No vamos a recalcar que nada como estas trilogías para poder rastrear las pasiones, con las que el personal se mueve en este mundo imaginario de logros, valores y categorías.