Esquema 14
ESQUEMA Nº 13
TEORIA DE LOS OPUESTOS
EMOCION
AMOR
CLIMA
BONDAD
PASION-PLAN
BIEN
EMOCION
ODIO
CLIMA
MALDAD
PASION-PLAN
MAL
La trilogía, amor, bondad, bien, no la supera ni el Capitán Trueno. Es tanta la sangre que la gente se ha dejado detrás de un intangible como es el amor, que simplemente el intentar describir o enumerar los millones de argumentos con el que cursa este tema, haría inagotable mi función.
Miles, millones de canciones insertan esta palabra mágica para la especie, en todos los idiomas del mundo, miles, millones de argumentos, plantean en inagotables secuencias lo mismo, en un intento irreprochable para que funcione lo que no funciona.
Un autor que admiro y que tuvo el buen gusto de no escribir nada (lo escribieron por él) ¡Se necesita jodida habilidad para lograrlo! Afirma, que tal como somos no podemos querernos, que tal como somos, no podemos querernos y mucho menos amarnos.
Yo pienso que la fuerza del amor, no está en la sensación sino en el análisis que se hace del clima bondad y de la pasión bien, me pienso yo que como no podemos tolerar que las cosas se hagan mal, por los sentimientos de culpa inherentes al hecho de ser torpe, hacemos de esta pasión, nuestra principal pelea en la vida, de aquí a traducir la emoción amor como valiosa, solo media el paso de quererse así mismo, en función de lo perfecto que es uno.
La omnipotencia con la que nos manejamos es de tal magnitud, que somos amorosos porque somos perfectos y explicamos nuestra perfección en función del amor. ¡Menuda trampa! menudo lío este del amor y menuda pesadez tener que escribir de lo que todo el mundo sabe un huevo y la yema del otro.
Odio, maldad, mal es otra trilogía perfecta en este infierno del Dante que camina de la mano de todos los malditos que en el mundo han sido.
Da tanta risa ver como se decide de la bondad y de la maldad de algo, cuando no sabemos donde acaba ni donde empieza ninguna de las payasadas que ejecutamos en este mundo, que cuando me paro a pensar en voz alta y me veo haciendo el bien, dándole un dinero a alguien que lo necesita, por ejemplo, que a su vez compra comida en malas condiciones y se muere, es que me troncho de risa de solo pensarlo, ¡Joder, mejor que no hubiera comido!
Así mismo me veo despachando de la empresa que presido a un tío que tiene diez hijos y que me cae mal, veo a todos pasando hambre y al día siguiente una explosión arrasa la fábrica y todos muertos, (menos el que me caía mal).¡Joder, que faena le he hecho!
Somos tan limitados en la secuencia y en el encadenamiento de lo que hacemos, que concluimos siempre que el malo es el otro o que se lo merecía, porque llana y simplemente, el otro camino, el de aceptar que nuestras acciones no sabemos a donde nos llevan, es demasiado para el cuerpo, hasta para el cuerpo del que esto escribe.
Con que jodída complacencia, juzgamos lo humano y lo divino, con que jodída omnipotencia acabamos concluyendo que somos justos, buenos y bondadosos, cuando no podemos salir de la payasada permanente y de la tragedia griega, vestida de seda aunque la mona es, mona se queda.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home